Quien haya llegado leyendo hasta acá, seguramente se pregunte el motivo por el cual ponemos a la venta nuestra casa que tiene tanta amplitud y comodidad, ubicada en un lugar de privilegio. Por eso, se lo contamos:
Tenemos entre ambos 135 años. Somos una pareja de virginianos perfeccionistas y detallistas. Nos gusta el orden y la limpieza. Pero nuestra edad y estado ya no nos permiten sostener en el nivel deseado tantos m2 de propiedad.
Necesitamos ir hacia algo más pequeño y descansado. Más fácil para nosotros, de mantener.
La casa está absolutamente habitable en el estado en que se encuentra y tal cual es apreciable en tantas imágenes presentes en LA GALERÍA. Está terminada.
De todos modos, hay detalles que son mejorables y nos hubiera gustado realizar, pero no contamos con la energía para liderarlos.
Seguramente quien se enamore de ella podrá con muy poco, ponerla a su mayor gusto y placer, dadas las infinitas posibilidades que la casa ofrece.